El aceite de Galicia “Ouro de Quiroga”, se da en una tierra de larga tradición olivera, que conserva dos especies singulares desde época de los romanos; la mansa y la brava.
El clima
El clima de la Ribeira Sacra, aún con sus peculiaridades, es muy propicio para su cultivo, aunque se siga asociando con la zona mediterránea. En la zona de Quiroga y Ribas de Sil, el olivo se encuentra desde épocas romanas.
La adaptación de nuestras especies; Mansa y Brava , al clima y suelos del sur de Lugo da como resultado un aceite con unas características únicas en cuanto a sabor y propiedades.
Acontecimientos
Nombres como “Olveiras” y “Oliveiras”, hablan del consumo de aceite en Galicia, ya desde la Edad Media.
También se dice que buena parte de los olivos gallegos fueron mandados arrancar por los Reyes Católicos para favorecer el repoblamiento de la zona sur de España donde se podía concentrar la producción a gran escala.
En el Siglo XVII el Conde Duque de Olivares promulgó un impuesto sobre cada olivo plantado en Galicia, lo que provocó la eliminación de buena parte de los ejemplares existentes.
El legado
Pero, a pesar de todo y para nuestra fortuna, en zonas como Quiroga, hoy en día se tienen referencias históricas del mantenimiento de la tradición olivarera y quedan numerosos molinos testigos de esa tradición.
Nuestras variedades autóctonas gallegas; Mansa y Brava, han sido acreditadas por su singularidad, por el CSIC y otros centros de investigación de reconocido prestigio en el mundo del olivo. Se prevé que se identifiquen nuevas variedades autóctonas en los próximos meses.